Manifiesto
Monsieur Pegó
Sostenibilidad y Consumo Responsable
Me atrae lo genuino, lo que lleva consigo un pasado valioso y que, al mismo tiempo, tiene un futuro por escribir. Por eso te invito a cuidar lo que tienes, a pensar en lo que consumes. Mi botella de cerámica, hecha y pintada a mano por artesanos de Córdoba, está hecha para durar. La reutilizas, la rellenas, la conviertes en parte de tu día a día. Me parece una manera sensata de vivir.
Salud
Dicen que somos lo que comemos. Si la vida es un viaje, el aceite de oliva virgen extra es mi combustible. Este no es un aceite cualquiera, es el que nutre el cuerpo y el alma, el que te da energía y claridad. Lo sé porque no es solo parte de mi dieta, es parte de mi filosofía de vida. No estoy aquí para hablarte de modas que vienen y van. Hablo de salud integral, de equilibrio físico y mental. Porque, como dijo el autor romano Décimo Junio Juvenal: “mens sana in corpore sano”.
Innovación
La tradición tiene un peso, sí, y es la base que nos sustenta. Pero también existe una mirada nueva que honra lo heredado, proponiendo algo diferente. La creatividad transforma lo tradicional, colocándolo en un contexto fresco y curioso. Cada botella, cada formato, cada detalle en Monsieur Pegó está pensado con una visión que no teme ir contra corriente. Innovar no es una opción, es la única manera de estar en el presente. No solo se trata de cambiar las formas, sino de repensar cómo vivimos y nos alimentamos.
Autenticidad
Este aceite no es solo un producto, es una historia que lleva consigo el alma de los olivares donde crece, la dedicación de los agricultores que lo cuidan y el abrazo de la tierra que lo nutre. Porque ser auténtico no significa necesariamente ser diferente. Significa ser fiel a lo que uno es, a lo que uno cree. Sin adornarlo ni disfrazarlo. Es entender que cada historia, por sencilla que parezca, tiene un valor inmenso. Y en cada gota de este aceite hay una historia real, sin artificios. Que refleja lo que somos hoy, pero también lo que aspiramos a ser. Sin dobleces ni artificios. Es reconocer el valor de lo real, lo que no necesita adornos. Y eso, querido amigo, es lo que quiero compartir contigo en cada gota de este aceite.