El Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) es el alma de la dieta mediterránea. Su sabor afrutado y sus propiedades saludables lo convierten en un ingrediente esencial, no solo para ensaladas o para acompañar pan, sino también para crear platos más complejos como este risotto cremoso. En esta receta, el AOVE es el protagonista, complementando los sabores de los tomates secos y la albahaca fresca, mientras aporta una textura suave y un sabor profundo que hace de este risotto una experiencia gourmet.
Ingredientes:
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Para el risotto:
- 300 g de arroz arborio (ideal para risotto)
- 1 cebolla pequeña, picada finamente
- 2 dientes de ajo, picados finamente
- 50 g de tomates secos en aceite
- 750 ml de caldo de verduras (puede ser casero o de buena calidad)
- 100 ml de AOVE premium (preferentemente de cosecha temprana)
- 100 ml de vino blanco seco
- 50 g de queso parmesano rallado
- 2 cucharadas de mantequilla
- 1 puñado de albahaca fresca (para decorar)
- Sal y pimienta al gusto
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Para el aceite infusionado:
- 3 cucharadas de AOVE
- 1 ramita de romero fresco
- 1 diente de ajo entero, ligeramente aplastado
- 1 pizca de guindilla (opcional, para un toque picante)
Preparación:
Paso 1: Infusión de AOVE
Para realzar aún más los sabores del AOVE, comenzamos por infusionarlo. En una sartén pequeña, calienta 3 cucharadas de AOVE a fuego bajo. Agrega la ramita de romero, el diente de ajo aplastado y, si lo prefieres, una pizca de guindilla. Cocina por 5-7 minutos a fuego bajo, cuidando que no se queme el aceite. Retíralo del fuego y deja que se infunda durante unos minutos. Este aceite infusionado le dará al risotto una dimensión extra de sabor.
Paso 2: Preparación del risotto
En una cacerola grande, calienta el AOVE (100 ml) a fuego medio. Agrega la cebolla picada y cocina hasta que se ablande y se vuelva translúcida, unos 4-5 minutos. Incorpora el ajo picado y cocina por 1 minuto más, hasta que libere su fragancia.
Agrega el arroz arborio a la cacerola y tuesta ligeramente durante unos 2 minutos, moviendo constantemente. Esto ayudará a que el arroz libere su almidón y dará una textura cremosa al risotto.
Paso 3: Cocción con vino blanco
Añade el vino blanco seco y cocina, removiendo constantemente, hasta que se evapore casi por completo. Este paso es fundamental para darle una base de sabor al plato y equilibrar la riqueza del AOVE.
Paso 4: Incorporación del caldo
Comienza a agregar el caldo de verduras caliente, un cucharón a la vez, mientras sigues removiendo constantemente. Es importante no añadir todo el caldo de una vez para que el arroz lo absorba lentamente, lo que le da su textura cremosa característica. Continúa agregando caldo y removiendo cada vez que el arroz absorba el líquido. Este proceso debería tomar entre 18 y 20 minutos, hasta que el arroz esté al dente y tenga una textura cremosa.
Paso 5: Incorporación de los tomates secos
Mientras el risotto se cocina, corta los tomates secos en tiras pequeñas. En el último minuto de cocción, incorpora los tomates secos a la mezcla, asegurándote de que se distribuyan bien. Los tomates secos, al hidratarse con el caldo, aportarán un sabor profundo y dulce que complementará la suavidad del risotto.
Paso 6: Finalización del risotto
Cuando el arroz esté listo, retíralo del fuego. Incorpora la mantequilla y el queso parmesano rallado para darle una textura aún más suave y rica. Ajusta de sal y pimienta al gusto.
Paso 7: Servir
Sirve el risotto caliente, decorado con la albahaca fresca picada y un chorrito del aceite de oliva infusionado que preparaste al principio. Este aceite no solo aportará un toque de sabor, sino que también aportará un brillo hermoso y un aroma irresistible.
Consejos de maridaje:
- Vino: Este risotto se disfruta perfectamente con un vino blanco seco y fresco como un Chardonnay o un Sauvignon Blanc, que complementa el toque de AOVE y la frescura de la albahaca.
- Variedades de AOVE: Si te sientes aventurero, puedes probar diferentes variedades de AOVE, como un arbequina o un picual, para variar el perfil de sabor de este plato.
Beneficios del AOVE en esta receta:
El AOVE es el verdadero héroe de este plato, no solo por su sabor y textura, sino también por sus propiedades para la salud. Rico en ácidos grasos monoinsaturados y antioxidantes naturales, como los polifenoles, el AOVE ayuda a reducir el colesterol malo (LDL) y es excelente para la salud cardiovascular. Además, sus propiedades antiinflamatorias ayudan a proteger el cuerpo del envejecimiento prematuro. Al elegir un AOVE de alta calidad y utilizarlo en la cocina, estás no solo mejorando el sabor de tus platos, sino también cuidando tu bienestar.